domingo, 26 de julio de 2009



Hay un cajón, de madera donde desordenadas
huyen montones de hojas secas
Por mucho que salga la luna, no voy a dejar de mirarte.
Ahora que te tengo delante, me resultas tan sorprendente.
Me sublimó al acercarme y me vació al perderte.
Aunque se que no es lo mismo de antes,
yo me atrevo a mirarte de frente
te cojo la mano y llevas guantes,
ya no me miras tan fijamente,
y quisiera que al acostarme

me sienta algo diferente.

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